¿Por qué amamos el Baloncesto?

Quizás porque conocemos la piel del balón tan bien como los lunares de la piel deseada. Porque la energía que se produce al enchufar un triple nos hace vibrar. Porque al pisar el parqué volvemos a ser niños aprendiendo a botar sobre el cemento del patio. Porque las cicatrices de los que llevan años peleando en la pintura nos causan respeto. Porque hemos pasado miles de noches en vela atrapados por el brillo de las estrellas. Porque, tal vez, se trate simplemente de amar este juego y olvidarse de lo demás.
Por encima del triunfo y la derrota, de las estadísticas y los porcentajes, está el sentimiento que se derrama en cada gota de sudor. Si juegas con pasión poco importa que el tiro entre limpio o que lo escupa el aro. El amor es la fuerza que enciende el espíritu y une a los equipos. Somos cinco en la cancha y una isla en la grada. Infinitos corazones que laten al compás de un sueño. “Somos los románticos que sueñan con anotar la última canasta sobre la bocina». Somos el Bàsquet Sant Antoni. Ama con nosotros.